-Desarrollar una relación profesor alumno, la relación que establezcamos con nuestros estudiantes debe ser honesta, abierta, acogedora, respetar a nuestros alumnos ante todo.
-Por otro lado debemos tener siempre en cuenta que para nuestros alumnos somos un modelo a seguir, por lo cual debemos cuidar nuestro comportamiento como profesionales y como ciudadanos fuera del colegio.
-Ser pacientes, comprensivos y reflexivos con nuestros alumnos.
-Respeta la individualidad de sus alumnos.
-Integra a todos sus alumnos a la clase.
-Creativo en la forma que imparte su clase.
-Responsable en el compromiso de cumplir con los contenidos.
-Poseer una amplia cultura y valores para transmitir a sus alumnos.
-Debe preparar con anterioridad su clase y no improvisar, haciendo de ella una actividad estimulante y productiva.
-Logra que los estudiantes se interesen en su aprendizaje, empleando eficientemente estrategias de enseñanza-aprendizaje.
-Emplear estrategias didácticas que le ayude al alumno a interiorizar un aprendizaje nuevo y lo transforme en un aprendizaje significativo.
-Poseer una buena presentación personal.
-Ser constante en su quehacer.
-Ayudar a los alumnos a alcanzar los objetivos planteados.
-Evaluar a tiempo, con justicia y de acuerdo a los objetivos y contenidos, estimulando la superación y el mejoramiento del aprendizaje.
-Impartir disciplina en su justa medida, para crear un ambiente propicio para que todos los alumnos aprendan.
Como conclusión podemos decir que un buen profesor es aquel que tiene la característica de ser un líder, pero que constantemente practica la empatía, empleando habilidades de manejo de comunicación y manejo de grupo.
Es capaz de reflexionar frente a los cambios y supera las adversidades entorno a su quehacer, descubriendo sus propias limitaciones y teniendo la disposición de superarlas. Esto implica estar abiertos a ser evaluados, no sentir que es una amenaza a nuestra labor, sino como una oportunidad para mejorar profesionalmente.
Otra característica que no se debe quedar afuera, es tener el tiempo y disponibilidad para conocer a cada uno de nuestros alumnos, creando una estrecha relación, recordemos que la imagen que debemos proyectar es la de un guía para el conocimiento.
Estas son algunas de las características básicas con las que debemos contar si en un futuro nos queremos considerar buenos profesores, teniendo como gran objetivo el que todos nuestros alumnos aprendan.